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LOS SACRAMENTOS II

Ten presente que los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia de Dios, tienen progresión materia (medio) y el ministro es quien los imparte.  Fueron instituidos por Jesucristo.

Se organizan en tres tipos:  Iniciación, curación y servicio.

En todos los sacramentos se nos concede gracia santificante, la anulación de los pecados y volver de manera más sensible y concreta a Dios (nos unimos más a Él).

Con el Bautismo nos incorporamos a la Iglesia, se nos perdona el pecado original,  en la Eucaristía obtenemos la gracia del pan espiritual en la consagración (su signo es el pan, vino y el agua) y nos aumenta la gracia santificante  que nos perdona los pecados veniales. 

En la confirmación reafirmamos nuestra fe y nos transforma como cristianos, es nuestro pentecostés personal en donde recibimos los siete dones del Espíritu Santo (consejo, sabiduría, fortaleza, temor del señor, entendimiento, piedad, ciencia).  

Los sacramentos de curación (Reconciliación y unción de los enfermos). La Reconciliación nos lleva a la paz y  a la serenidad. Con la unción de los enfermos además del perdón de los pecados, ofrece paz, consuelo y ánimo que prepara el paso para la vida eterna. 

El orden consagra la vida a Dios con vocación profunda.  El matrimonio nos invita a la unión sacramental para toda la vida, con compromiso, el fin es el bien de quienes se unen en fidelidad y de manera voluntaria (vivir en unidad, indisolubilidad y apertura a la fecundidad).

¿Por qué es importante prepararte para la recibir por primera vez la comunión?

 

Uno de los aspectos más importantes de recibir este sacramento en tu vida cristiana, es que acrecienta tu unión con Cristo, quien a través de la comunión alimenta tu interior, transformando y haciendo de ti, una persona más parecida a Él.  También fortalece la gracia que recibiste en el bautismo, el amor y la caridad. De ahí, que adicional a todo lo anterior, en el sacramento de la Eucaristía, te purifiques de aquellos pecados que en ocasiones puedes haber realizado sin ser consciente de ello.  

Le decimos común unión al acto de recibir a Jesús en la Eucaristía, recordando que es a él mismo a quien le recibimos haciéndonos uno solo con él.  Dios está presente de manera constante en nuestra vida cotidiana pero su presencia es aún más especial y personal durante la Eucaristía.  Por eso es tan importante prepararte para recibirlo por primera vez,  incluso recibir previamente el sacramento de la reconciliación para purificarte. 

Recuerda que al recibirlo, después de comulgar, puedes dialogar con él en silencio, orar, decirle qué sientes o aquello que deseas hacerle partícipe, siendo consciente que a partir de este momento Él habita en ti y es más fácil hablar con él, pues ya hace parte de tus pensamientos.

Estos siete regalos que nos da Jesús, nos invitan a estar más cerca y más unidos a Él.  Los sacramentos de iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía), son el fundamento de la vocación que todos compartimos como Iglesia y en la cual nos unimos para evangelizar en el mundo su palabra.  Confieren las gracias necesarias para vivir de acuerdo al Espíritu Santo. Con los Sacramentos de Curación (Reconciliación y Unción de los Enfermos) damos lugar a nuestra conversión, a volver al Señor y afianzar nuestra amistad profunda con él. Finalmente en los Sacramentos de Servicio (Orden y Matrimonio), consagramos nuestra vida en ayudar a quienes nos rodean, para aportar a nuestra salvación ayudando a la suya.

Catequesis Eucaristìa Parroquia Nuestra Señora de Torcoroma © Copyrigth 2021 

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