
JESÚS NOS INVITA A SEGUIRLO:
LAS BIENAVENTURANZAS II

Caricatura realizada por Fanno

Caricatura elaborada por Fanno

Caricatura elaborada por Fanno

Caricatura realizada por Fanno
Nos ha dicho San Mateo que Jesús estaba sentado en el monte, sitio en el que solía predicar, para permitirnos comprender que el Señor tenía como fin enseñar y que nosotros aprendamos a vivir su doctrina. Pero, ¿Que nos dice el Señor al respecto de las Bienaventuranzas?.
Las cuatro primeras bienaventuranzas están relacionadas entre sí. Son una afirmación de la felicidad que poseen quienes abren su corazón a la acción salvadora de Dios. Se dirige al grupo de los que son pobres de espíritu, es decir, a los pobres del Señor, que han puesto su confianza sólo en Él y esperan que Dios manifieste su Reino y les llene de su esperanza. Son los que ahora están tristes, son los humildes, son los que desean, por encima de todo, hacer la voluntad de Dios.
El segundo grupo de bienaventuranzas están orientadas hacia el comportamiento humano. En ellas, Jesús nos invita a tener actitudes de misericordia, a tener un corazón limpio, a trabajar para construir la paz, a permanecer firmes en la persecución, sostenidos por la certeza de hacer el bien, defender la verdad, y la justicia, para poder vivir la experiencia de una felicidad verdadera en la que habita la paz interior que resuena a nuestro alrededor con cada uno de nuestros actos (Dorado, 2005. Recuperado de: https://www.diocesismalaga.es/buscador/2014042064/homilia-en-el-monte-de-las-bienaventuranzas-peregrinacion-a-tierra-santa/).
Invitados a transformar nuestra vida para transformar vidas
Jesús nos presenta el reto de ser diferentes a lo que comúnmente pueden hacer quienes nos rodean, y nos invita a poner en práctica las Bienaventuranzas.
Por ejemplo, “llorar” es reconocer la abrumadora facilidad de pecar, de incumplir con los mandamientos, y abrazar el arrepentimiento, por ello sentiremos tristeza pues con nuestras actitudes y comportamientos, hemos lastimado a quien más nos ama.
En “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mateo 5:6), se refleja la verdadera pasión espiritual de conocer íntimamente a Dios, de moldearnos a partir del camino que nos propone Jesús, pero no reducido a tener literalmente un conocimiento de Él, sino por el contrario a alinearnos con su carácter, su santidad, su verdad, su bondad y su rectitud a partir de la disciplina de la oración y de esperar en Dios, de disponernos realmente a su voluntad y ponerlo en práctica en nuestra vida diaria (Zazueta, recuperado de https://www.oneplace.com/ministries/vision-para-vivir/read/articles/en-pocas-palabras-poner-en-prctica-las-bienaventuranzas-13262.html
Todos tenemos diferentes tipos de cazos (características que necesitamos aprender a moldear para convertirlos en la mejor oportunidad para nuestra vida) que hacen de cada uno, ser quien es. Incluso a partir de ellos, podemos construirnos como personas auténticas que dan testimonio de vida. Es a partir de la experiencia que logramos aprender que invitamos a otros a que también se animen a aprender. ¿Cómo has puesto al servicio de otros, aquellas características que más has tenido que mejorar en ti mismo?.
Recuerda dejar tu respuesta de la pregunta anterior y de esta en nuestro Chat: ¿Cuál es la Bienaventuranza que más practicas en este momento de compartir en Casa?